sábado, 6 de diciembre de 2014

introducción

Capítulo I:

Se encendió con lentitud su cigarrillo en aquella fría noche de diciembre. Notaba sus manos congelarse al rozar la suave brisa su piel, pero le daba igual. Todo lo que quería era ese cigarrillo. Absorbió la primera calada placentera, rememorando cada momento. A pesar de que la mataba, y lo sabía, no podía hacer nada más que caer una y otra vez en él, ese que hasta en días fríos le proporcionaba calor. Meses y meses junto a él, con su fragancia única, no podían dejarla vivir en paz. Le había hecho daño, sí, pero, ¿que más da? ¿No es el amor una forma de poner en manos de otra persona el poder de destruirte? Pues eso había hecho ella. Aunque la hubiera destruido por dentro. Y no era la culpa de él, cuyo forma de ser fue es y será siempre la misma. No, sin duda no era de él. Era suya, por haberlo convertido en su presente, en su vida, en su obsesión. Y ya, que mas da. Si no era él, sería otro. Y otro. Unos se matan con drogas, y yo me mataba con él. Y así, aquella chica volvió a mirar el paquete de fortuna con una sonrisa en los labios. Sí, se que me ha matado, pero ya debo pasar página. ¿podrá el ángel superar la tentación?

Tiró el paquete al suelo y tras aplastarlo con sus altos tacones, prosiguió en ese camino sin destino y sin dueño que había decidido tomar.